ANTECEDENTES
En el año de 1991, se detectó como problema la mosquita blanca en los Valles de Mexicali, B.C. (se incluye la región de San Luis Río colorado, Sonora), y los daños causados en hortalizas (cucurbitáceas principalmente), algodonero y ajonjolí, en ese año se cuantificaron en 60 millones de pesos, de los cuales en algodonero se estimaron perdidas en 40 millones de pesos, reduciendo la producción en un 50% (León 1994).
En el Sur de Sonora en 1994 se sembraron 120,000 has de soya y 4,000 has de ajonjolí, las cuales fueron atacadas por esta plaga provocando mermas en soya del 30% en el rendimiento medio esperado y el 85% de la superficie de ajonjolí (3,400 has) siniestrada (CESV, 1994), con perdidas del orden de 130.0 millones de nuevos pesos, en 1995 se sembraron 26,598 has. de soya, sufriendo mermas en la producción por el orden del 35% por este mismo motivo y para 1996 los niveles poblacionales de esta plaga fueron bajos, esto como respuesta a que el productor ha participado de una manera conjunta al respetar las fechas de siembra, así como la destrucción inmediata de los residuos de cosecha, e impactando las generaciones futuras de la plaga al hacer liberaciones masivas de crisopa en los meses en que las poblaciones se encuentran bajas.

En el ciclo agrícola 2004-05 en el Valle del Yaqui se sembraron 26,590 has de algodonero, las cuales fueron atacadas fuertemente por mosquita blanca ocasionando pérdidas por 93.7 millones de pesos.
Tomando en cuenta la importancia y la magnitud de los daños que ocasiona esta plaga, se han llevado a cabo trabajos de monitoreo en trampas amarillas (distribución espacial) y en cultivos (muestreo directo), con el fin de medir los niveles de población en el espacio y tiempo, además de definir sus hospederos preferenciales que faciliten la toma de decisiones.
Los resultados de estos muestreos indican una marcada influencia del clima en la dinámica de poblaciones de esta plaga, así tenemos que los meses mas críticos son julio y agosto, sin que esto quiera decir que no se puedan presentar problemas serios antes y después. Por lo anterior, las fechas de siembra y destrucción de socas de los cultivos son factores determinantes para afrontar este problema.

OBJETIVOS
Implementar la estrategia de manejo integrado de la mosquita blanca que permita reducir sus poblaciones al nivel que no causen daño a los cultivos.
Específicos
Constituir y consolidar los grupos fitosanitarios de trabajo sobre mosquita blanca, de acuerdo a la estructura propuesta por INIFAP.
Monitoreo y diagnóstico del crecimiento poblacional de mosquita blanca en Sonora.
Difundir por los diferentes medios la información disponible para hacer conciencia del problema en los productores de la región.
Establecer e implementar las fechas de siembra y destrucción de socas que permitan quitar el alimento a la plaga en las etapas más críticas.
Desarrollar la cultura de la liberación y protección de insectos benéficos para el control de las plagas con el objeto de agregar un control suplementario de la plaga.
Difundir el buen uso y manejo de los plaguicidas que controlan la mosquita blanca y proteger la fauna insectil benéfica y obtener un sobre control de la misma.
Verificar el cumplimiento de la NOM-081-FITO-2000.